Revista
iberoamericana de
contabilidad de gestión
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IMPORTANCIA DEL CONTROL PRESUPUESTARIO EN
EL CONTEXTO DE LA IMPLEMENTACIÓN ESTRATÉGICA:
REFLEXIONES
Y RESUALTADOS EMPÍRICOS
Instituto de Economía de la Empresa de la Universität Stuttgart.
Miembro de Horváth & Partners, España
Resumen: A lo largo de los últimos años ha aparecido una nueva tendencia en
materia de contabilidad de gestión que cuestiona la utilidad de los
presupuestos en el proceso de implementación de la estrategia. Este trabajo analiza esta cuestión y se apoya en un estudio empírico con el fin de verificar la validez de esta nueva tendencia. En general, se puede decir que hoy en día el control presupuestario sigue jugando un papel sumamente dominante en la mayoría de las empresas y que incluso ha ganado importancia en vez de perderla. Esta situación parece más clara en las empresas que tienen una estrategia de excelencia operacional. En cambio, los presupuestos pueden perder peso en las empresas de servicios y en las que persiguen una estrategia de proximidad al cliente. Palabras clave: Control presupuestario, implementación de la estrategia, presupuesto rígido,
estudios empíricos, hipótesis de sustitución, dirección estratégica. |
1.
Introducción
Es
indicutible que el control presupuestario (véase Küpper/Weber, 1995; Horváth,
2001) es uno de los instrumentos más establecidos en la gestión empresarial.
Según Simons, el 97% de las
empresas estadounidenses ejerce un sistema de presupuestación clásica (Simons,
1995, pág. 61; véase también Umapathy, 1987, pág. 18), mientras
que en Europa lo practican incluso el 99%
de las empresas (véase Kennedy/Dugdale, 1999, pág. 22).
El
esfuerzo interno que se invierte en la realización del proceso presupuestario
es muy importante. Según un estudio del Hackett Group las empresas dedican a la
planificación y al control presupuestario (véase Hackett Benchmarking
Solutions, 2001) una media de 25.000 días de trabajo por cada mil millones de
euros de volumen de ventas. Un estudio de KPMG muestra que el proceso
presupuestario puede exigir entre el 20% y 30% del esfuerzo ejecutivo (citado
según Fraser/Hope, 2001, pág. 439, véase también Weber/Goelder/Schäffer,
1997b, pág. 274).
Los
esfuerzos parecen estar bien invertidos. Según la teoría, los presupuestos
cumplen una serie de funciones elementales para una gestión empresarial
profesional. En el marco de la planificación, los presupuestos ofrecen un
lenguaje unitario, el de las magnitudes monetarias. Este lenguaje permite una
representación comparable de actividades diferentes y es condición necesaria
para que se den, de forma racional, decisiones a favor o en contra de
determinadas alternativas de acción (véase
Posselt, 1986, pág. 71; Otley, 1999, pág. 370). A través de los
presupuestos se operacionalizan planes de acción de forma monetaria y permiten
así visualizar un avance del resultado futuro previsto de la empresa (véase
Grevelius, 2001, pág. 443; Radke, 1991, pág. 130). Además, los
presupuestos incluyen una importante función coordinadora y de comunicación
porque informan a los miembros de la organización sobre interdependencias con
respecto a la consecución del resultado económico (véase Gorozny, 1975, pág. 12;
Higgins, 1984, pág. 234; Lukka, 1988, pág. 290;
Bowersox/Closs/Helferich, 1986, pág. 327; Otley, 1999, pág. 371;
Ewert/Wagenhofer, 2000, pág. 446 y sig.). Los presupuestos tienen además
una importancia destacable para la dirección del comportamiento. Los
presupuestos dimensionan la libertad de acción de los responsables
presupuestarios, libertad dentro de la cual pueden decidir de forma
independiente (véase Prehm, 1995, pág. 198). De esta forma, se evita
arbietrariedad en el
aprovechamiento de recursos para la consecución de objetivos no monetarios y
orienta con ello la organización al logro de objetivos monetarios corporativos.
A
pesar de la naturalidad con la cual se llevan a cabo procesos de presupuestación,
éstos están experimentando duras críticas últimamente. A veces se cuestiona
el proceso por completo:
“Tenemos
que reconocerlo, los presupuestos representan los mayores obstáculos (tanto
sistémicos como mentales) hacia el futuro. Ya ha llegado el momento de
abandonarlos y desarrollar procesos de dirección alternativos que sean mucho más
efectivos (Hope/Fraser, 1999b, S. 24; vgl. Bunce, et al, 1995, S. 263;
Jensen, 2001, S. 96; Stewart, 1990, S. 115; Wallander, 1997, S. 29f;
O’Connell, 2000, S. 4).
Esta
tendencia, conocida en la literatura como “Más allá de los presupuestos” o
“Beyond Budgeting“ (véase Hope/Fraser, 2001a; Rieg, 2001), parece no sólo ser de naturaleza académica. Según
diferentes autores, algunas empresas ya han abandonado casi por completo el
trabajo con presupuestos, por ejemplo Svenska Handelsbanken, Volvo, Ikea, SKF,
Borealis, Schlumberger, Boots (véase Hope/Fraser, 1999).
Pero
antes de que se abandone por completo el control presupuestario como lo
conocemos hoy, debería quedar
claro a través de qué sistemas alternativos y de qué procesos se satisfacerán
las funciones encomendadas al control presupuestario (véase Kaplan/Norton,
2000, pág. 280; Simons, 1995, pág. 4). Dado el caso, bastarían
algunos cambios de distinta relevancia en los sistemas clásicos de
presupuestación para poder hacer frente a los aspectos criticados del el
control presupuestario clásico.
Un
análisis de este tipo debería distinguir en qué medida es necesario el
control presupuestario para la dirección operativa o para la dirección estratégica.
Sobre
todo este último aspecto está ampliamente desatendido por la literatura.
Mientras que la importancia de las estrategias para un desarrollo exitoso de una
empresa ya se reconoce desde hace mucho tiempo (véase p.ej. Eschenbach/Kunesch,
1996, pág. 5 y sig.), hace muy poco que se toman en cuenta los desafíos
muy específicos que se tienen que afrontar al implementar las estrategias (véase
Simons 1995, pág. ixff; Kolks, 1990; Lehner, 1996, pág. 3; Krüger,
1996, pág. 821; Welge/Al Laham, 1999, pág. 523). Eso sorprende, dado
que en la práctica se conocen las dificultades a la hora de realizar la
estrategia desde hace mucho tiempo. La muy citada frase de Kiechel dice que se
realiza sólo el 10% de las estrategias planeadas (véase Kiechel, 1984, pág. 8).
Charan/Colvin estiman que en el 70 % de los casos de empresas sin éxito el
verdadero problema no se puede atribuir a una mala estrategia sino más bien a
una mala implementación de la estrategia (véase Charan/Colvin, 1999, pág. 30,
véase Gray, 1986, pág. 91; Quinn, 1989, pág. 57; Riekhof, 1994, pág. 293;
Krüger, 1996, pág. 821; Al-Laham, 1997, pág. 458ff; Weber/Schäffer,
1998, pág. 341ff; Mintzberg et al, 1998; pág. 65; Welge/Al-Laham,
1999, pág.10; Kaplan/Norton, 2001, pág. 3).
Existen
una gran variedad de factores externos e internos que influyen en la
implementación estratégica (véase
Ansoff 1984, p 387sig.; Alexander, 1985, p. 92; Thompson/Strickland,
1998, p 265sig; Beer/Eisenstat, 2000, S. 29sig; Kaplan/Norton, 2001,
p. 3). Al estar estos factores ampliamente entrelazados, es muy difícil
estudiar el efecto individual de cada una de ellos. Sin embargo, tanto para la
práctica como para la teoría es importante entender – aunque sea de manera
aproximada - los efectos de cada factor de influencia.
El
control presupuestario ocupa, gracias a su gran importancia, un lugar muy
importante entre los instrumentos de gestión que realmente influyen sobre la
implementación de la estrategia. Su importancia ha sido subrayada con
frecuencia en la literatura (véase Said/Seiler, S. 4ff, 1978). Sin embargo,
existen pocos estudios al respecto y ningún trabajo riguroso sobre la cuestión
de si un mayor o menor énfasis en el control presupuestario es favorable a la
implementación de la estrategia. Por esta razón, este trabajo se
concentra en la pregunta de si, desde el punto de vista de la implementación de
la estrategia, es conveniente continuar utilizando el control presupuestario.
El
trabajo está estructurado de la siguiente manera: En primer lugar se explica
brevemente el rol del control presupuestario en el marco de la implementación
estratégica y se destacan sus dificultades. Sobre esta base se estudia en qué
medida es útil la sustitución del control presupuestario, desde el punto de
vista de la implementación estratégica.
Las
reflexiones expuestas seguidamente se basan en estudios realizados por el autor
entre 1998 y 2002 en el marco de su tesis doctoral, que incluye un estudio empírico
en el que participaron más de 100 de las 1000 mayores empresas privadas de
Alemania.
2.
El control presupuestario en el marco de la implementación estratégica
Según
la teoría, el control presupuestario juega un papel importante para apoyar la
implementación estratégica (véase van der Stede, 2001). Véase algunos de los
argumentos más esenciales:
·
Función
de reparto
La pregunta central de cada estrategia es el „cómo aplicar los
recursos disponibles“ (véase
Shapiro, 1999, pág. 39). Por lo tanto, es de
importancia decisiva para el éxito de cada
estrategia que los recursos se repartan según las prioridades estratégicas
(véase Welge/Al Laham, 1999, pág. 533; Kaplan/Norton, 2000, pág. 292).:
“Implementar
y ejecutar la estrategia obliga a los directivos a reconsiderar cómo se
reparten los recursos de la empresa (...) Reformular el presupuesto para que
refuerce la estrategia es una parte fundamental del proceso de implementación
porque cada unidad de la organización necesita (...) recursos para llevar a
cabo su parte del plan estratégico“ (Thompson/Strickland, 2001, pág.
380).
·
Función
de pronóstico
El
control presupuestario puede servir de pronóstico para el futuro resultado de
la empresa, ayudando así a estimar los efectos
de la realización intencionada de la estrategia (véase Corfield, 1984, S. 23).
·
Función
de coordinación y comunicación
Normalmente son varias unidades de la organización las que participan en
la creación de valores y, por lo tanto, en la implementación de la estrategia,
por lo que es necesaria una coordinación específica. El control presupuestario
puede contribuir a un reparto de los recursos correspondiente a las exigencias
estratégicas tanto a través de la interacción directa entre unidades
presupuestarias al crear el presupuesto o de manera indirecta a través de las
rondas de consolidación de las propuestas de presupuesto (véase. Asch,
1992, p. 107).
·
Función
de control
Las
estrategias se manifiestan en actividades concretas de la organización. Pero
no es suficiente controlar la implementación de la estrategia sólo controlando de
las acciones de la organización. Sin un control de los presupuestos las discrepancias
o desarrollos erróneos de estrategias en relación a efectos monetarios
no se reconocerían o bien se reconocerían demasiado tarde. (Simons, 1995, p.
63).
·
Función
de descentralización
Las estrategias no se pueden elaborar completamente en la central. La
multitud de decisiones a tomar y la complejidad de las interdependencias en el
proceso de decisiones imposibilita la creación de planes exactos de medidas
para implementar la estrategia. Sin embargo, el control presupuestario puede
conceder un margen monetario específico a las unidades de la organización, en
el que pueden concretar la estrategia superpuesta en su propia área (véase
Bea, 1997, p. 179).
·
Función
de dimensión y obligatoriedad
A
través del control presupuestario se puede aclarar cuáles de los recursos
monetarios (tomando en cuenta el rendimiento) son consistentes con la
estrategia. Estos volúmenes dimensionan el margen de acción de libre decisión
para las unidades de la organización que participan en la implementación de la
estrategia (véase Thompson/Strickland, 2001, p. 380). Gracias al control presupuestario la
organización puede tener cierta certeza en cuanto al desarrollo monetario en el
ámbito de la implementación de la estrategia.
·
Función
de orientación
La
función de orientación del control presupuestario sirve para no perder de
vista el beneficio financiero como meta central a través de la consideración
sistemática y continua del desarrollo de costes e ingresos.
·
Función
de valoración de rendimiento y de motivación
El
control presupuestario ofrece un instrumento de
valoración del rendimiento.
Comparando el rendimiento actual con los estándares fijados con el presupuesto
se puede valorar objetivamente –por lo menos así lo parece– el rendimiento
para la implementación de la estrategia. La
idea clásica en este sentido es que los presupuestos pueden motivar a los miembros de la organización a actuar conforme a la
estrategia (véase van
der Stede, 2001a, p. 38).
·
Función
de información interna
Contemplando dónde se destinan los recursos monetarios se entiende el
verdadero núcleo de la estrategia (véase Shapiro, 1999, p. 39). Desde
ese punto de vista, la gerencia se compromete claramente en la estrategia a través
de los presupuestos (véase
Huber, 1985, p. 297; Welge/Al-Laham, 1999, S. 553). Para
la implementación de la estrategia esta información es de gran importancia:
"El presupuesto (...) constituye una señal fuerte de lo que ellos (la
dirección) realmente valoran. Si el gasto no está alineado con la estrategia,
¿qué demuestra sobre las prioridades?, y ¿cómo ayuda a la empresa a
conseguir sus objetivos estratégicos?"
(Niven, 2002, S. 226).
3.Crítica
al control presupuestario "clásico" desde la implementación
estratégica
A
pesar de la importancia que tiene el control presupuestario para la implementación
de la estrategia, en ocasiones el control presupuestario no apoya
suficientemente este proceso (véase Gray, 1986, p. 94, Christensen/Bower,
1996, p. 215; Kaplan/Norton, 1997, S. 188, Welge/Al-Laham, 1999, S. 612).
El
problema central de la vinculación del control presupuestario a la implementación
estratégica es la falta de conexión entre ambos procesos. Procesos estratégicos
y procesos de presupuestación difieren por el contenido, por el momento y por
el personal ocupado en ellos. Por lo tanto, es necesario encontrar caminos que
enlacen ambos procesos. Aún sigue siendo la tarea más importante para la mayoría
de las empresas relacionar los planes operativos con la visión, la misión y la
estrategia (Bunce et al, 1995, p. 260, véase Mintzberg, 1995, pág. 88s). Cada
falta de conexión tiene como consecuencia que la estrategia no esté reflejada
en la planificación operativa anual (véase Said/Seiler, 1978, p. 1; Ernst
& Young, 1995, p. 307, p. 238; véase Hrebiniak/Joyce, 1984, p. 189; Niven,
2002, p. 223). Según Kaplan/Norton es un hecho que muchas organizaciones
fracasan en la implementación de su estrategia porque el presupuesto no le
concede los recursos necesarios. (Véase Kaplan/Norton, 1997, p. 188;
Kaplan/Norton, 2000, p. 294).
Debe
tenerse en cuenta también la discrepancia en la forma de pensar entre
presupuestos y estrategias. Mientras que la estrategia suele definirse por un análisis
del futuro, el proceso de presupuestación normalmente parte del pasado y
elabora el presupuesto para el año
siguiente a través de adaptaciones incrementales, bloqueando así cambios
revolucionarios que podrían aumentar el rendimiento (Hope/Fraser, 1999b, p.
24).
Es
un hecho muy poco satisfactorio ya que se corre el peligro de que el período de
presupuestación -típicamente determinado en un año- limite también el horizonte del razonamiento
estratégico de la gestión a este corto período. Se fomenta el pensar a corto
plazo en vez del razonamiento estratégico, debilitando así el futuro
desarrollo de la empresa a largo plazo (véase Preissner, 1999, p. 1468; véase
Hax/Majluf, 1991, p. 22). Las estrategias siempre se imponen a largo plazo y,
por lo tanto, pueden ser contrariadas por una presupuestación a corto plazo,
enfocada en objetivos monetarios (Kaplan/Norton, 2000, p. 279; Byars, 1992, p.
190; Posselt, 1985, p. 74; Stewart, 1990, p. 116).
En
el trabajo práctico se aprecia otra ruptura entre presupuestos y estrategias.
Mientras que las estrategias indican la dirección general de la empresa, los
presupuestos tienden a detallar y reglamentar minuciosamente. Este hecho puede
llevar a que se discutan más los detalles accesorios en vez de los desarrollos
realmente esenciales, impidiendo de esta manera tanto la creatividad como la
flexibilidad de la organización. Jack Welch, antiguo consejero delegado de
General Electric, ha manifestado que los presupuestos son la „coronación del
minimalismo“ (véase Jack Welch, citado por Kaden/Linden, 1996, p. 42; véase
Niven, 2002, p. 225; Olve et al, 2000, p. 175; Wallander, 1998, p. 30;
Grevelius, 2001, p. 443).
Los
presupuestos rígidos también pueden ser problemáticos para la implementación
de la estrategia. Los altos directivos necesitan un rápido acceso a los
recursos para poder sacar provecho de oportunidades inesperadas. Les hace falta
la autoridad para adquirir las personas clave cuando las necesiten y no cuando
el presupuesto lo admita; necesitan la flexibilidad para reaccionar ante
oportunidades y riesgos cuando surjan y no en el momento previsto en el plan, y
la posibilidad de tomar o devolver recursos en el momento oportuno y no cuando
lo indique la central. Muchas buenas ideas que aparecen en el trascurso del año
no se realizan porque los recursos necesarios "no se encuentran en el
presupuesto2 (véase Byars, 1992, p. 190).
Finalmente,
habrá que anotar que los presupuestos se definen típicamente desde una
perspectiva vertical. Su forma jerárquica tradicional convierte el control
presupuestario en una red escalonada de presupuestos individuales de las
unidades de la organización cuyas mallas se tejen desde arriba hacia abajo cada
vez más finas. Wardell describe la problemática de forma muy clara:
"El
(...) proceso presupuestario compartimentaliza la empresa en pequeñas unidades.
Tu serás juzgado por lo que sucede en tu pequeña parcela de la acción. No hay
ningún incentivo para mirar más allá de eso" (Wardell, 1999, S. 41).
Desde
este punto de vista, el control presupuestario rompe las interdependencias
horizontales entre las unidades de la organización. En un estudio del CFO
Magazin, el 66% de los directivos entrevistados admiten que su proceso de
planificación está influenciado más por aspectos políticos que por la
estrategia (véase Lazere, 1998, p. 29; Reed/Buckley, 1988, p. 67; Asch, 1992,
p. 107; Weber/Hamprecht/Goedel, 1997a, p. 12; Argyris, 1953, p. 97ff; Anthony,
1985, p. 161s; Umapahty, 1987, S. 90).
En
resumidas cuentas, se puede afirmar que el control presupuestario no sólo tiene
importancia para la gestión operativa de los procesos sino también para la
gestión de la estrategia en el sentido de su implementación. Existe toda una
serie de dificultades que, si el control presupuestario no es adecuado, pueden
causar problemas en la conexión entre planificación estratégica y
presupuestación.
4.
Reflexiones sobre la importancia del control presupuestario en el marco de la implementación
estratégica
Una
posibilidad para asegurar la implementación estratégica con ayuda del control
presupuestario es, por ejemplo, la de adaptar los sistemas clásicos de
presupuestación reduciendo el grado de detalle o realizando adaptaciones
presupuestarias de manera flexible. Sin embargo, la posibilidad de mejorar
decisivamente el control presupuestario a través de adaptaciones del proceso clásico
ha sido cuestionada últimamente.
Un
equipo de trabajo del „Consortium for Advanced Manufacturing International“
(CAM-I) con el título “Mesa redonda “Más allá de los presupuestos”
„Beyond Budgeting“ Round Table“ (BBRT) es portavoz de los críticos del
proceso presupuestario. Desde su punto de vista, las adaptaciones individuales
no son suficientes en la forma en la que tradicionalmente se presupuesta. En
lugar de esto, habría que descomponer el control presupuestario tradicional y
englobarlo en un principio
de dirección más amplio. (Bunce, et al, 1995, pág. 263).
Como
posible propuesta de un principio de dirección de este tipo, el BBRT ha
desarrollado un planteamiento propio, al que se le hará referencia como Principio “Más allá de los presupuestos”„Beyond Budgeting“ (véase
Bunce, et al, 1995, S. 253; Fraser/Hope, 2001, S. 437). El
planteamiento abarca 12 principios básicos, en parte ya conocidos, que se
condicionan unos a otros y que sólo su empleo integral posibilitará los
efectos deseados. Básicamente, lo nuevo del planteamiento no debería
encontrarse en los principios básicos, sino en la consecuencia potencial de
poder emplearlos conjuntamente – la propuesta a renunciar al control
presupuestario clásico.
El
punto de partida de este enfoque es la voluntad de confiar más en los
mecanismos de autodirección (Principio n°1: Entorno
de autodeterminación), para así superar el modelo tradicional y
jerarquizado de “planificación y control”. Para ello, debería concederse más
libertad de decisión a los directivos y trabajadores de la unidad de negocio o
sección – no en la central (Principio n°2: Ejecutivos capacitados). Elementos como misión, visión, valores y
principios directivos sirven de apoyo a la toma de decisiones y, en cambio,
ayudan menos las reglas monetarias. En consecuencia, no se aprecia como
componente central de la evaluación del rendimiento el mantenimiento de costes,
sino la consecución de objetivos del rendimiento relativos a
la competencia (Principio n° 3: Responsabilidad
de resultado).
Para
que directivos y trabajadores tengan suficientes oportunidades de
autodeterminación, los autores del concepto proponen la superación de la
estructura organizativa funcional clásica, que dificulta notablemente una
coordinación horizontal. Por el contrario, la organización deberá estar
estructurada en el sentido de una red en la que, según formulaciones de
funciones concretas (orientadas al cliente) que están por encima de niveles jerárquicos,
se pueda comunicar sin restricciones (Principio n°4: Estructuras
red). A este concepto hay que añadir que los rendimientos y su coste
pueden ser concertados sin la intervención de niveles de coordinación
centrales (Principio n°5: Coordinación
de mercado). Los mecanismos de autogestión no van hasta el punto de
prescindir del personal directivo, pero el papel de los directivos cambia: no es
„controlar y sancionar“, sino más bien "pensar, afrontar desafíos y
fomentar" (Principio n°6: Estilo
motivador de gestión).
Cada
elemento de autogestión tiene que ser apoyado por sistemas de gestión
adecuados. La premisa básica es determinar los objetivos a base de los
desarrollos de la competencia y no a base de los presupuestos. La idea
fundamental del concepto es que los directivos y empleados no sean juzgados según
el cumplimiento de sus pronósticos (o según los pronósticos de otros) sino en
base a los desarrollos en el mercado (Principio 7: Objetivos
relativos). Esto presupone que la estrategia tenga en cuenta los
desarrollos en el mercado y, si fuera necesario,
pueda ser adaptada en el trascurso del año no sólo por el comité
ejecutivo sino también por otros directivos (Principio 8: Estrategias
adaptivas). Parece casi imposible
realizar este proceso sin indicadores adecuados de detección anticipada que
puedan pronosticar desarrollos internos y externos (Principio 9: Sistemas
de detección anticipada). Realizar metas
y estrategias puede encadenar la necesidad de recursos nuevos e imprevistos. Si
no se cubre la necesidad de recursos nuevos, no se puede reaccionar de forma
adecuada. Es fundamental para ello que se pueda disponer de recursos en el
momento necesario y no en el momento previsto en el presupuesto (Principio 10: Recursos
disponibles en el momento adecuado).
Normalmente,
transcurre un tiempo hasta que se nota en el mercado el éxito de una
estrategia. Para asegurar la aplicación eficiente y efectiva de los recursos,
el concepto „Más allá de los presupuestos“ no puede prescindir de un
control operativo de recursos. Se debe informar a corto plazo de evoluciones que
puedan interesar. Cuánto más abierta sea la información sobre ciertas
evoluciones, más rápidamente pueden adaptar los directivos y empleados sus
decisiones a ellos (Principio 11: Sistemas
de control abiertos y rápidos). Al fin y al cabo, tal concepto sólo
puede funcionar si no se premia únicamente el rendimiento individual y
funcional sino el éxito común de todos quienes hayan participado (Principio
12: Gratificación por equipo).
En
la literatura falta aún una valoración sistemática del movimiento "Más
allá de los presupuestos" en cuanto a sus funciones. Hasta ahora los
representantes de este movimiento han generado principalmente ideas
conceptuales, pero no han aportado verificaciones empíricas del sistema. Para
demostrar la validez de las suposiciones del movimiento "Más allá de los
presupuestos", se ha investigado en este estudio si la reducción de la
influencia del control presupuestario realmente tiene efectos positivos sobre la
implementación de la estrategia:
Hipótesis de sustitución:
La
probabilidad de una implementación exitosa de la estrategia puede aumentarse
si se disminuye la importancia del control presupuestario en el sistema de
gestión.
5.
Análisis empírico
5.1.
Diseño
del estudio
Los
departamentos de Control de Gestión de las mil empresas privadas más grandes
de Alemania fueron contactados entre 2001 y 2002 por medio un cuestionario para
verificar la hipótesis de sustitución. Más de 100 empresas contestaron el
cuestionario.
Los
datos de los cuestionarios se analizaron mediante el programa estadístico SPSS
(versión 9.0). El análisis de las correlaciones se realizó con
Pearson’s r („Product–Moment Correlation Coefficient“, véase
Riley et al, 2000, pág. 232). Se verificó la significancia de los
resultados con el „t-test“
(véase Bortz/Döring, 1995, pág. 464).
5.2.Estrategias
a realizar
Un análisis sobre la capacidad de implantar estrategias debe tener en cuenta cuáles
son las estrategias a realizar, por lo que era necesario identificar la
estrategia seguida por las empresas participantes. Sobre la base de un análisis
detallado de los diferentes modelos, se utilizó una aproximación
a la tipología propuesta por Treacy/Wiersema (véase Treacy/Wiersema,
1995, S. 10ff). Como se puede distinguir en la figura 1, las estrategias de
excelencia operacional se siguen solamente en un 19% de los casos. La mayoría
de las empresas confían en una estrategia de liderazgo de producto.
Figura 1
Estrategias
seguidas por las empresas de la muestra
·
Operatividad
Para
valorar la calidad de la implementación estratégica en las diferentes
empresas, construimos tres instrumentos de medición diferentes:
·
La capacidad de implementación
estratégica subjetiva refleja la valoración de los participantes a la
pregunta de cómo evalúan la capacidad de implementación estratégica de su
empresa.
·
La capacidad
de implementación estratégica derivada
representa un índice que resulta del número de proyectos estratégicos que
en los últimos tres años se realizaron tal como se habían planeado, casi como
se habían planeado, de forma distinta a la planeada o si ni siquiera se
realizaron.
·
La capacidad de implementación
estratégica objetiva compara
el rendimiento de las empresas en cuestión cuando siguen una estrategia
parecida a la de los competidores. Si los competidores persiguen una estrategia
similar, un éxito por encima de la competencia sólo se deja explicar por una
mejor competencia en la implementación estratégica. Desgraciadamente
esta forma de medición sólo se puede aplicar a una parte de la muestra (64%).
Si las empresas persiguen estrategias muy diferentes entre sí, un éxito mayor
que la competencia puede ser resultado de una mejor estrategia o bien el
resultado de una mejor implementación estratégica. Por lo tanto, la capacidad
de implementación no se puede aislar.
También
la operatividad de la hipótesis de sustitución se da a través de tres
instrumentos de medición:
·
Operatividad a través del
desarrollo percibido del proceso de presupuestación
En
primer lugar, se efectúa la medición de la importancia deel control
presupuestario en el sistema directivo a través de una evaluación directa de
los participantes del estudio. Para ello, se pregunta a los participantes si el
control presupuestario tiene una posición dominante en relación a otros
instrumentos de gestión y si la importancia del proceso presupuestrario ha ido
aumentando o decreciendo en los últimos años.
·
Operatividad a través del
enfoque “Más allá de los presupuestos”
Como
segunda posibilidad de operatividad de la hipótesis de sustitución, se recurre
a los criterios del concepto “Más allá de los presupuestos”. Se parte de
la suposición que la aplicación cada vez mayor de los principios citados
corresponde a una reducción de la importancia del control presupuestario. Si se
llevaran a cabo todos los principios, una empresa teóricamente podría
prescindir directamente del control presupuestario clásico -con la condición
de que el enfoque de “Más allá de los presupuestos” funcione-. A
continuación se preguntó a los participantes si la implementación estratégica
podría mejorarse en su empresa si se pusieran en práctica más estrictamente
los diferentes principios. Nótese que el Principio nº 8 (Estrategias
adaptables) y Principio nº 9 (Sistemas de detección anticipada) no se midieron
porque no parecía haber una relación directa con la implementación estratégica.
·
Operatividad a través del
modelo “Control presupuestario rígido”
Mientras
la puesta en práctica del enfoque “Más allá de los presupuestos” abre
posibilidades, por lo menos teóricamente, de sustituir el control
presupuestario por otros instrumentos de gestión, se plantea la pregunta de si
realmente es necesario una menor presupuestación para la implementación estratégica.
Para la contestación de esta pregunta se recurre a la tercera medición de la
validez de la hipótesis de sustitución sobre una forma adaptada del
modelo de “Control presupuestario rígido” de van der Stede (véase van der Stede, 2001, pág. 120). El
modelo ofrece una posibilidad empíricamente validada de comparar diferentes
filosofías de presupuestación en cuanto a la
“rigidez“ con la cual se practica la presupuestacion. Se puede partir
de una rigidez elevada del control presupuestario cuando (véase van der Stede,
2001, pág. 124):
1.)
Se pone un peso elevado en el
logro del presupuesto,
2.)
difícilmente se aceptan modificaciones de los presupuestos,
3.)
las posiciones presupuestarias están muy detalladas,
4.)
las desviaciones presupuestarias no se toleran fácilmente y,
5.)
los ejecutivos discuten intensamente los temas presupuestarios.
Van
der Stede desarrolló preguntas individuales empíricas validadas. Para el
objeto de este trabajo, se escogieron aquellas cuestiones que en el test empírico
de van der Stede mostraban los
valores más elevados en relación a las cinco características mencionadas,
determinada de la rigidez de el control presupuestario. Sobre la base de las
preguntas realizadas se construyó una media de los cinco campos temáticos que
se puede interpretar como Índice de
Medición de la “Rigidez de la presupestación“. En relación a la
hipótesis de sustitución se partió de la suposición que una renuncia a un
proceso presupuestrario rígido equivale a una sustitución progresiva del
control presupuestario. Las empresas que prescinden de una presupuestación rígida
tienen otros sistemas de dirección formales o informales con los que pueden
compensar la correspondiente pérdida de control.
5.3.
Resultados empíricos
Si
se observan los resultados de la hipótesis de sustitución se puede determinar
que no se puede hablar de una tendencia a la sustitución del control
presupuestario en la práctica empresarial. Al contrario, en la mayoría de
empresas el uso del control presupuestario ha experimentado un incremento, más
que un decremento:
Figura 2
Desarrollo
de la importancia del proceso de presupuestación
Observando
este desarrollo no es de sorprender que el control presupuestario se considere
como muy dominante en el sistema directivo (véase figura 3). Únicamente el 4%
de los participantes del estudio valoran poco el control presupuestario. en su
empresa como menos dominante.
Dominio
del proceso de presupuestación
El dominio elevado del control
presupuestario puede también estar fundamentado en que los principios del
concepto „Más allá de los presupuestos“ aún no están a un nivel alto en
las empresas participantes. A esta conclusión se puede llegar cuando se
analizan los resultados del enfoque del concepto „Más allá de los
presupuestos“. La figura 4 muestra la distribución de respuestas a los diez
temas preguntados, ordenados por su grado de realización.
Figura 4
Grado
de realización de los criterios del enfoque“Más allá de los presupuestos“
La
figura 5 muestra hasta qué extensión se distribuye la puesta en práctica de
los diferentes principios en las empresas de la muestra. Como se puede observar,
únicamente cerca del 3% de las empresas participantes ya han puesto en práctica
todos los principios del “Más allá de los presupuestos”. Dos
tercios de las organizaciones participantese en el estudio han puesto en práctica
menos de seis o menos de 10 de los principios consultados. Si se contempla el
enfoque del ”Más allá de los presupuestos” como modelo válido para
desmontar el dominio existente del control presupuestario, entonces podría
pensarse que aún hay retos importantes en muchas de las compañías
participantes.
Figura 5
Número
de principios „Más allá de los
presupuestos“ (Beyond Budgeting)
puestos en práctica en las diferentes empresas
El
análisis de correlaciones entre la intensidad de la puesta en práctica de los
principios del concepto „Más allá de los presupuestos“ y la implementación
estratégica demuestra que vale la pena aceptar este reto.
Como demuestra la figura 6 se puede determinar que la creciente puesta en
práctica de los principios del “Beyond Budgeting“ está correlacionada con
la competencia subjetiva de implementación estratégica. En otras palabras,
cuanto más se pone en práctica el enfoque „Más allá de los
presupuestos“, mejor valoran los participantes del estudio la competencia de
implementación estratégica de la empresa.
Figura 6
Análisis
de la hipótesis de sustitución sobre el enfoque
“Más allá de los presupuestos”
Considerando
todo el muestreo, la correlación no parece ser muy fuerte con
r = 0,244. Una contemplación de los factores contextuales analizados
aclara bajo qué condiciones es válido especialmente la tesis expuesta (véase
fig. 7).
|
Toda
la muestra |
Tipo
de estrategia |
Sector |
Tamaño |
||||||||
|
O |
I |
P |
S |
P |
H |
a |
b |
c |
|||
N |
106 |
19 |
35 |
43 |
37 |
45 |
17 |
48 |
22 |
36 |
||
Hip.
de sustitución (Beyond Budgeting) |
+(s) |
0 |
++(o) |
++(s) |
++(s) |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
||
|
|
|||||||||||
Correlaciones: |
++
(--) = correlación positiva (negativa) con r>0.350; + (-) = correlación
positiva (negativa) con 0.200<r<0.350 0 = sin correlación
observable |
|||||||||||
Correlación
con la competencia de implementación estratégica |
(s)
= subjetiva |
(d)
= derivada |
(o)
= objetiva |
|||||||||
|
|
|||||||||||
Sector: |
S
= Servicios |
P
= Compañías de producción |
H
= Compañías High-Tech |
|||||||||
Tipo
de estrategia |
O
= Excelencia operativa |
I=
Proximidad con el cliente |
P
= Liderazgo de producto |
|||||||||
Tamaño: |
a=
2.500 – 5.000 Empleados |
b
= 5.000 – 10.000 Empleados |
c
= > 10.000 Empleados |
|||||||||
Figura 7
Factores
contextuales en relación al efecto del enfoque “Más allá de los
presupuestos”
Como
muestra la tabla, la correlación encontrada es independiente del tamaño
empresarial. En relación a la pertenencia a un sector se puede afirmar que
especialmente para empresas pertenecientes al sector servicios, la relación
entre el grado de realización del enfoque “Más allá de los presupuestos”
y la competencia de implementación estratégica es fuerte.
¿Cómo
se explica que precisamente en el sector servicios se pudo comprobar una relación
entre los principios del concepto “Más allá de los presupuestos” y la
implementación estratégica? Un planteamiento pudiera ser que en este tipo de
empresas el modo de cumplimiento de las prestaciones tiene un valor superior a
empresas con productos físicos. Si se observan los elementos individuales del
enfoque “Más allá de los presupuestos”, se puede deducir que hay una serie
de principios que repercuten positivamente en el modo de colaboración interna
que a su vez deberían tener repercusiones positivas a la forma de prestar
servicios.
Argumentos
parecidos también pueden ser válidos al analizar las correlaciones en relación
a estrategias diferentes. En este caso, se pueden observar correlaciones muy
positivas en empresas que realizan estrategias de una relación íntima con el
cliente.
No
obstante, no se puede limitar el concepto “Más allá de los presupuestos” a
empresas del sector servicios. Como muestran los resultados, el enfoque del
“Beyond Budgeting“ está correlacionado también con la competencia de
implementación estratégica en empresas que siguen una estrategia de liderazgo
de producto. De esta correlación nos ocuparemos más adelante, considerando los
resultados de la rigidez de el control presupuestario.
El
análisis de los valores empíricos del concepto de control rígido a través de
presupuestos según van der Stede puede aportar explicaciones referentes a los casos en
los cuales realmente un mayor o menor grado de énfasis en el control
presupuestario puede conducir a efectos positivos en relación a la implementación
estratégica. La Figura 8 muestra los resultados para los cinco parámetros
principales de van der Stede de los
cuales derivamos un índice de la rigidez presupuestaria.
Figura 8
Rigidez
de el control presupuestario (identificación de valores individuales)
En
la figura 8 destaca que en aproximadamente la mitad de las organizaciones el
control presupuestario se aplica de forma “rígida“, en el sentido de que se
pone mucho énfasis en el logro del presupuesto y en cuanto al interés por
posiciones presupuestarias individuales. Valores algo más bajos se observan en
relación a adaptaciones presupuestarias flexibles.
Al
reunir las respuestas de las diferentes empresas en un índice, se pueden dar
dos posiciones extremas. Si una organización coincide con los cinco parámetros
por completo, entonces se deriva una cifra media de 1, que correspondería a una
presupuestación extremadamente rígida. Este valor medio se calcula para las
cinco preguntas tomando el valor escalar 1 cuando la afirmación “es
completamente cierto“, partido por el número de los parámetros aplicados. Si
una empresa contesta a las cinco preguntas “no es nada cierto“, sigue un
valor de cinco veces el valor escalar 5 partido por el número de los parámetros
utilizados. Este sería el valor para una presupuestación “ligera“. De esto
se deduce que las empresas con un valor más pequeño o igual a 2,5 emplean más
bien una presupuestación rígida, mientras que las empresas con un valor mayor
que 2,5 prefieren más bien una presupuestación “ligera“.
Bajo la consideración de este procedimiento se deriva la distribución mostrada en la figura 9. Como se reconoce inmediatamente, parece haber filosofías muy diferentes en relación al uso del control presupuestario.
Figura 9
Rigidez
del control presupuestario (índice aditivo)
En
el marco de este trabajo interesa sobre todo en qué medida está relacionada la
rigidez del control presupuestario con la implementación estratégica. Como
muestra la figura 10, hay una relación notable. Una presupuestación más rígida
está correlacionada con la competencia de implementación estratégica
objetiva. Esto es muy destacable en cuanto a que la competencia de implementación
estratégica objetiva se puede ver como la medida más precisa de la capacidad
de una organización para implementar estrategias. Por el contrario, no se
pudieron comprobar correlaciones en la competencia subjetiva de implementación
estratégica. Esto muestra que la relación entre la rigidez del control
presupuestario y la competencia de implementación estratégica se percibe de
forma muy distinta por los participantes del estudio.
Figura 10
Análisis
de la hipótesis de sustitución sobre la “Rigidez delel control
presupuestario“
|
Toda
la muestra |
Tipo
de estrategia |
Sector |
Tamaño |
|
||||||||
|
O |
I |
P |
S |
P |
H |
a |
b |
c |
|
|||
N |
106 |
19 |
35 |
43 |
37 |
45 |
17 |
48 |
22 |
36 |
|
||
Hip.
Sustitución (Rigidez presupuesto) |
+(o) |
++(s) |
0 |
++(o) |
0 |
+(d) |
--(s) |
0 |
0 |
0 |
|
||
|
|
||||||||||||
Correlaciones: |
++
(--) = correlación positiva (negativa) con r>0.350; + (-) = correlación
positiva (negativa) con 0.200<r<0.350 0 = sin correlación
observable |
||||||||||||
Correlacion
con la competencia de implementación estratégica |
(s)
= subjetiva |
(d)
= derivada |
(o)
= objetiva |
||||||||||
|
|
||||||||||||
Sector: |
S
= Servicios |
P
= Compañías de producción |
H
= Companias High-Tech |
||||||||||
Tipo
de estrategia |
O
= Excelencia operativa |
I=
Proximidad con el cliente |
P
= Liderazgo de producto |
||||||||||
Tamaño: |
a=
2.500 – 5.000 Empleados |
b
= 5.000 – 10.000 Empleados |
c
= > 10.000 Empleados |
||||||||||
Figura 11
Resultados
específicos contextuales relacionados con el control presupuestario
De
acuerdo con la figura 11, en relación al tipo de sector y estrategia, la
rigidez presupuestaria parece tener un papel muy importante. Así se demuestra
que la rigidez presupuestaria en empresas industriales está correlacionada
positivamente con la capacidad para implementar estrategias: Cuanto más rígidamente
se realiza el control presupuestario, más propósitos estratégicamente
relevantes se perpetúan con éxito.
En
empresas que trabajan en el sector de alta tecnología la situación es la
contraria, tanto en la competencia de implementación estratégica subjetiva
como en la derivada. En otras palabras: Una presupuestación menos rígida lleva
aquí a mejores resultados en el marco de la implementación estratégica. Estos
resultados parecen lógicos, las empresas del sector de la alta tecnología se
mueven menos en entornos previsibles, por lo que una presupuestación rígida
parece poco apropiada.
En
relación a la estrategia perseguida se comprueba que las estrategias de
excelencia operacional tienen a una correlación positiva entre la rigidez del
control presupuestario y la competencia de implementación estratégica
subjetiva y derivada. Un enfoque pronunciado en
perspectivas monetarias en el entorno de las estrategias de la excelencia
operacional puede conducir a resultados satisfactorios en el marco de la
implementación estratégica, lo cual está en línea con el sentido común. El
resultado da un indicio empírico de que se debe cuestionar profundamente la
sustitución del control presupuestario en un entorno de excelencia operativa.
Por
el contrario, no se puede determinar una relación entre la rigidez
presupuestaria y la implementación estratégica en la estrategia de proximidad
con el cliente. Esto refuerza los resultados que se dieron en el marco de
la supervisión del enfoque „Más allá de los presupuestos“. Aquí
se determinó que una puesta en práctica creciente del enfoque „Más allá de
los presupuestos“ en estas empresas estaba correlacionada con una alta
competencia de implementación estratégica objetiva. En consecuencia, se puede
afirmar que una sustitución del control presupuestario en el marco de una
estrategia de proximidad puede llevar a resultados satisfactorios en relación a
la implementación estratégica.
Para
estrategias de liderazgo de producto no se pueden realizar declaraciones de este
tipo . Como se ha comentado previamente, se pudieron determinar correlaciones
positivas de estos tipos estratégicos con la puesta en práctica del enfoque
„Más allá de los presupuestos“, lo que sirve como argumento para un
debilitamiento o una sustitución en el marco de la implementación estratégica.
Por el contrario, la figura 10 muestra que una presupuestación más rígida está
correlacionada claramente con la competencia de implementación estratégica
objetiva, lo que habla en contra de una sustitución.
Al
haber en la literatura cierta unanimidad sobre la tesis de que un control de
costes estricto en empresas conservadoras es más importante que en empresas
innovadoras (véase Langfield-Smith,
1997, pág. 218), este resultado sorprende. No obstante existen estudios empíricos
en los que se afirma una relación positiva entre innovación y un control monetario
más estricto (véase Simons, 1988, pág.
267; Dent, 1990, pág. 3). Según
esto, en empresas innovadoras, como son por lo general las empresas líderes en
productos, las medidas monetarias son las únicas medidas fiables de control
debido a los cambios continuos en el entorno del mercado. Además,
es más difícil en empresas innovadoras asegurar la orientación al resultado
económico, por lo que son especialmente importantes las medidas de monetarias.
Se podría argumentar que una gestión rígida a travéz de valores monetarios
ayuda a asegurar el dominio de la propia creatividad.
Estas
reflexiones ayudan a explicar el conflicto entre la adecuación de una
presupuestación más rígida en líderes de producto y los efectos positivos
existentes en la puesta en práctica del enfoque ”Más allá de los
presupuestos”. Así, el empleo del control presupuestario podría seguir
siendo relevante para el control del uso de recursos, mientras al
mismo tiempo se emplean otros sistemas de gestión que corresponden más
al concepto del ”Más allá de los presupuestos”. El análisis sobre si esta
suposición es cierta abre un campo de investigación interesante.
6.
Conclusión
Nuestra
hipótesis de sustitución se basaba en la suposición de que la probabilidad de
una implementación exitosa de la estrategia aumentaría en el grado en que
diminuyera la importancia del control presupuestario en un sistema de gestión.
Los datos obtenidos presentan una imagen poco uniforme pero muy interesante en
relación a esta hipótesis.
En
general, se puede decir que hoy en día el control presupuestario sigue jugando
un papel sumamente dominante en la mayoría de las empresas y que incluso ha
ganado importancia en vez de perderla.
Esto
podría cambiar en el futuro. Con el ejemplo del concepto „Más allá de los
presupuestos“ se ha podido demostrar que la implantación de conceptos de
gestión alternativos al control presupuestario puede abrir camino a mejores
resultados en la implementación de la estrategia, sobre todo en empresas cuya
creación del valor depende menos de productos tangibles que de servicios. Para
empresas de servicios y para empresas que persiguen una estrategia de proximidad
con el cliente podría ser una alternativa interesante prescindir cada vez más
del control presupuestario como instrumento central de gestión.
Para
empresas que persiguen una estrategia de „excelencia operacional“ las
recomendaciones del „Más allá de los presupuestos“ no están directamente
relacionadas con la competencia de la implementación de la estrategia.
Suponemos que para estas empresas se mantiene valida la recomendación clásica
de aplicar un control estricto por medio del control presupuestario.
Un tema interesante para la
investigación futura han sido las estrategias de liderazgo en producto. En este
área hemos encontrado correlaciones positivas tanto al aplicar el concepto „Más
allá de los presupuestos“ como al usar el sistema tradicional del control
presupuestario estricto. Ya que ambos efectos se contradicen, no se pudieron
deducir recomendaciones claras para esta clase de empresas. Obviamente, en este
contexto la formulación de la hipótesis de sustitución no ha sido
suficientemente especificada. Probablemente daría buenos resultados una
formulación más compleja que implicara la necesidad de control monetario,
evitando al mismo tiempo sus efectos negativos con conceptos alternativos de
gestión en empresas orientadas a la innovación.
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K./Al-Laham, A. (1999):
Strategisches Management, Wiesbaden, 1999
|
Nacido
en Alemania, es Licenciado y Doctor en Administración de empresas por la
Universidad de Stuttgart. Es actualmente Consultor de empresas. Ingresó
en la consultoría Horváth & Partners en 1997. Desde 2001 es
responsable del centro de competencia "Strategic Management &
Innovation", y desde 2003 está a cargo de la dirección de Horváth
& Partners Iberia. Ha leído su Tesis doctoral en 2003 en la cátedra
del Prof. Dr. Horváth (Universidad de Stuttgart)
sobre Perspectivas de la Presupuestación. |