España

V. ARTÍCULOS DIVERSOS SOBRE CONTABILIDAD DE GESTIÓN

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EL  NUEVO  PAPEL  DE  LA  CONTABILIDAD  DE  GESTION

 

Vicente Ripoll Feliu

(Economía 3: Octubre de 1992)

 

 

        En estos momentos en los que está en el candelero el tema de la competitividad, existe un área que históricamente ha sido descuidada por muchas empresas y que en la mayoría de los casos no aparece relacionada o no se le ha dado la importancia que tiene el contexto de la organización. Nos estamos refiriendo a la contabilidad de gestión, y a un subconjunto de la misma como es la contabilidad de costes. De entre los muchos cambios que debe afrontar la empresa, el de la gestión de costes es quizás de los más importantes, sobre todo porque, al ser uno de los más olvidados, es de los menos desarrollados.

 

        Las razones de este olvido hay que buscarlas en las siguientes causas: a) las dificultades, en ocasiones complejas, que lleva aparejada la implan­tación de un sistema de costes; b) la poca formación de muchas de las personas que estaban in­volucradas con el sistema de costes; c) la inversión que hay que hacer para que el sistema pueda desarrollarse satisfacto­riamente, y d) el uso que se ha hecho en general de la contabi­lidad de costes, el cual estaba basado en satisfacer informa­ción financie­ra, es decir, infor­mación para la elaboración de las cuentas anuales de la com­pañía.

 

        A estas razones hay que unir la continua evolución por la que está pasando en nuestros días dicha disciplina, la cual se acentuó a mediados del decenio de los 80 en el contexto interna­cional debido a la presión ejer­cida por el mercado japonés, lo que ha supuesto una revolución dentro del campo de la contabi­lidad de gestión.

 

        La importancia que está to­mando la contabilidad de ges­tión se demuestra porque en el seno de la Asociación Española de Contabilidad y Administra­ción de Empresas (AECA), en el año 1988, se creó la Comisión de Principios de Contabilidad de Gestión, y en 1991 se legalizó la Asociación Española de Contabilidad Directiva (Acodi). Ambas organizaciones son aso­ciaciones profesionales inde­pendientes que centran sus es­tudios y análisis en este campo concreto.

 

        Otro hecho que demuestra la importancia de esta contabilidad es que tanto en el campo profesional como en el univer­sitario empiezan a proliferar en diferentes países publicaciones acerca de este tema, cosa bas­tante inusual hasta hace unos años.

 

        La facultad de Ciencias Eco­nómicas y Empresariales de la Universidad de Valencia, siendo consciente de la importancia del tema, y dentro de los actos realizados con motivo de la celebración de su XXV aniversa­rio, organizó recientemente la I Jornada de Contabilidad de Gestión: Costes, lnformación, Control y Tecnología en el En­torno Empresarial Actual.

 

        El interés que suscitó la jor­nada, patrocinada por el Impi­va y en la que colaboraron la Cámara de Comercio, la Caja Rural de Valencia, Rank Xerox, el Instituto Universitario de Gestión Empresarial y la Aso­ciación Española de Contabili­dad y Adminis­tración de Em­presas, no radicó sólo en la im­portancia que el tema de la actualidad en el ámbito in­ternacional, sino en los tres grupos de invitados que se die­ron cita en tal acontecimiento.  Por parte de la empresa había representación de Ford, IBM y Rank Xerox; por parte de las empresas de consultoría, de Andersen Consulting, Cooper & Lybrand, Ernst Young y Price Watherhouse, y por parte de las universidades, las de Valen­cia, Alcalá de Henares, Buenos Aires, Carlos III, la Autóno­ma de Madrid, la del País Vasco y EADA de Barcelona.

 

        Tal y como se puso de mani­fiesto en esta jornada, entre los objetivos básicos que persigue la contabilidad de gestión es­tán, por una parte, cubrir la parcela asignada tradicional­mente a la contabilidad de cos­tes y que se relaciona con la va­loración del coste de produc­ción, y por otra, suministrar información necesaria para las operaciones de planificación, evaluación y control, partici­pando en la toma de decisiones estratégicas, tácticas y operati­vas y contribuyendo de esta forma a coordinar los efectos en toda la organización.  Es, por tanto, un sistema de informa­ción para la dirección que, a través de la realización del pro­ceso contable, suministra infor­mación económica relevante para la gestión.

 

        En general, para la mayoría de las decisiones que se adop­tan en la empresa hace falta contar con un buen sistema de informa­ción contable.  Obtener calidad en la decisión está en función del tipo de información disponible.

 

        Algunas de las decisiones que se incluyen en la contabilidad de gestión están relacionadas con la selección de materias primas y otros aprovisiona­mientos, la eliminación o la adición de artículos a la línea de productos, la aceptación o el rechazo de pedidos especiales, la modificación de métodos de distribución de productos, la renovación o no de los equipos productivos, la ampliación o la reducción de la capacidad productiva, la subcontratación de parte de la producción, la loca­lización de la planta industrial, la modificación de los procesos de producción y la fijación de precios.

 

        Hay que tener presente que estas decisiones empresariales son tomadas por un cierto nú­mero de directivos, que tienen la responsabilidad de los dis­tintos segmentos de la organi­zación.  A este respecto.  Tomás Balada, supervisor general de Contabili­dad de Ford España, indicó que sería impensable to­mar una decisión correcta -re­firiéndose a la instalación de la nueva planta de fabricación de motores Sigma- sin una ade­cuada contabilidad de gestión, sobre todo cuando está en juego una inversión de 70.000 millo­nes de pesetas.

 

        Una contabilidad concebida para cubrir las exigencias in­formativas anteriores va más allá del cálculo de los costes de productos que conduce a la búsqueda de claves de reparto, de criterios de imputación o de costes unitarios de producción.  Esta, sin perder la precisión adecuada para la obtención de los valores anteriores, debe centrarse en la interpretación de la información recogida, en la evaluación de las desviacio­nes producidas en costes y re­sultados y en la fijación de ob­jetivos económicos por parte de los responsables de los distintos segmentos empresariales.

 

        Los cambios aludidos están motivados por una serie de fac­tores tales como un acorta­miento del cielo de vida de los productos, unas tecnologías en continua expansión, unos mer­cados internacionalizados con competencias interiores y exte­riores muy elevadas y unas ca­pacidades desarrolladas por los procesos de información hasta ahora impensables, que han promovido el salto a una conta­bilidad de gestión que tiene co­mo finalidad suminis­trar infor­mación relevante a la dirección para la toma de decisiones.

 

        En la actualidad, el lema es producir lo más rápido posible eliminando aquellas tareas que no produzcan valor, para de es­ta forma mejorar la competiti­vidad. Eso se logra llevando a cabo producciones de partidas pequeñas, efectuando cambios rápidos en los ajustes de má­quinas y delegando responsabi­lidades de decisiones a los nive­les más bajos de la escala jerár­quica.  Poner esto en práctica lleva a establecer programas de control total de la calidad, adoptar la filosofía del just in time y procurar la colaboración y participación del personal de la empresa, para de esta forma fabricar productos excelentes a bajo coste.

 

        La eliminación de las actividades superfluas y, por tanto, de aquéllas que no producen valor conduce a prestar aten­ción a los excesos de produc­ción, las esperas producidas en el proceso, el transporte efec­tuado, los procesos y movi­mientos que son innecesarios, los defectos y el volumen de existencias.

 

        Una utilización adecuada por parte de la empresa de los recursos que posee, debe tender a contar con una buena infor­mación, formación, tecnología y diseño, así como abordar de forma rápida unos objetivos en los cuales se debe ser excelente. Estos están relacionados con la reducción de costes, la cual nos permitirá eliminar costes y ta­reas superfluas y obtener pro­ductos a bajo coste; la alta cali­dad en todo el proceso de fabri­cación y en el conjunto de la organización; un servicio impe­cable al cliente que se sintetiza en ofrecer productos de buena calidad a buen precio y con una buena atención, y la formación continuada de los recursos hu­manos.

 

        Los diecisiete ponentes invi­tados afloraron, desde su parti­cular visión de las unidades económicas, los problemas re­lacionados con la incorpora­ción de tecnologías de produc­ción y de información en la em­presa española, y de esta forma analizaron en qué medida esto ha repercutido en los costes y en los sistemas tradicionales ofrecidos por la contabilidad de costes para el cálculo de los mismos; buscaron el perfil del experto contable de gestión del siglo XXI, y examinaron las in­vestigaciones que se están lle­vando a cabo, tendentes a la obtención de sistemas conta­bles de gestión más acordes y adecuados a los nuevos entor­nos empresariales.