A) OTRAS PUBLICACIONES AECA SOBRE CONTABILIDAD DE GESTIÓN

Indice

 

 

Capítulo 2

 

LA  CONTABILIDAD  GERENCIAL  EN  COLOMBIA

 

Samuel Alberto Mantilla.

Presidente Asociación Colombiana de Costos y Contabilidad Directiva (ASCCODI)

 

 

El desarrollo de la contabilidad gerencial o de gestión en Colombia es incipiente. Existen algunos factores que no han favorecido su desarrollo:

 

Alta dependencia de la contabilidad financiera vía normatividad

 

Colombia es un "estado social de derecho". Ello es una premisa básica del ordenamiento constitucional y responde a un hecho que pesa mucho en la realidad cotidiana en todos los niveles: se privilegian las normas (generalmente más los aspectos formales) por encima de las realidades sociales, ambientales, económicas y empresariales.

 

Por Constitución Nacional y, por consiguiente, por el ordenamiento jurídico e interpretativo, la contabilidad es obligatoria. Pero los conceptos que se han adoptado son muy primitivos y corresponden escasamente a la contabilidad general, básica (comercial).  Por consiguiente, todos los demás desarrollos contables se subordinan a esto. Al pretender enmarcar las técnicas y prácticas contables avanzadas dentro de ese marco, pierden sus características y alcances propios.

 

Adicional a ello, el interés gubernamental ha convertido a la contabilidad en un instrumento suyo de segundo orden: se le utiliza como mecanismo fiscal (consecución de impuestos) y regulador (entidades de control, vigilancia e inspección; superintendencias). Pero el mismo estado no utiliza la contabilidad para tomar decisiones de política económica. El mismo sistema de contabilidad pública (gubernamental) es reciente y se avanza aceleradamente en su implementación (elaboración de balances contables públicos).

 

La contabilidad financiera, por consiguiente, hace parte de dicho ordenamiento. Se han realizado esfuerzos importantes por tener un marco regulador, pero tales esfuerzos van a la saga de los desarrollos internacionales. A la fecha, la brecha que existe entre la regulación contable colombiana y los estándares internacionales de contabilidad (vía IASC ó vía US-GAAP) es muy grande. Hay una norma que exige la armonización frente a estándares internacionales pero todavía no se está implementando.

 

Los desarrollos en contabilidad gerencial y sistemas integrados de información, tienen dificultades al pretender llevarlos a los parámetros mencionados. Las empresas son temerosas de implementar sistemas paralelos por el temor de ser sancionados por llevar  "doble contabilidad".

 

En síntesis, la cultura contable existente es precaria y se prefiere no utilizar el término contabilidad para referirse a desarrollos diferentes de la contabilidad regulada.

 

Profesionalización solamente de la contaduría pública

 

Este problema es consecuencia del anterior. La única profesión contable reconocida en el país es la contaduría pública, la cual recoge el conjunto de prácticas que a nivel internacional se reconocen en diferentes profesiones (contaduría profesional).

 

La contaduría pública es fruto de un proceso de profesionalización de ejercientes prácticos de nivel operativo a quienes se les reconoció como contadores públicos sobre la base de su experiencia (juramentados), y de egresados de universidades a quienes se les otorga el título de contadores públicos (titulados). Las facultades de contaduría generalmente eran escuelas de comercio a las cuales se elevó a la categoría de facultades pero siguieron enseñando lo mismo, con carácter de enseñanza nocturna (tiempo parcial compartido con vinculación laboral en muchas actividades nada relacionadas) y faltos de profesores dedicados de tiempo completo a la docencia y a la investigación.

 

Por ley, la contaduría pública ejerce un espectro amplio de actividades profesionales (contabilidad, auditoría, control, tributación, etc.). Generalmente, se trata de un profesional todero, que ha estudiado un poco de todo y mucho de nada. Los programas de especialización son incipientes y buscan solucionar muchos de los vacíos existentes, sobre todo en campos de administración y finanzas.  Son escasos los programas que tienen una concentración en actividades propias de la profesión.

 

La contabilidad gerencial, por lo tanto, no tiene su propia profesionalización. Es ejercida por algunos contadores públicos y por profesionales provenientes de otras disciplinas (administración, economía, ingeniería industrial, derecho), más sobre una base pragmática (complementada con algunos seminarios y cursos cortos), pero carente de estudios avanzados e intensivos.

 

Se está lejos, por lo tanto, de las certificaciones internacionales y ello es especialmente preocupante en el mundo contemporáneo.

 

Existe, por consiguiente, un vacío importante en la formación profesional relacionada con la contabilidad gerencial. Los programas de contaduría pública generalmente ven dos o tres materias de costes y una o dos de presupuestos.

 

Políticas económicas que poco consideran las necesidades empresariales

 

Las decisiones de política económica en el país generalmente tienen en cuenta solamente los aspectos macroeconómicos. La unidad empresarial es tenida en cuenta para efectos tributarios y para obtención de información con efectos de análisis sectoriales.

 

En la actualidad, el país vive una profunda crisis interna derivada de problemas sociales (narcotráfico, violencia, guerrilla) y con hondas repercusiones económicas que han conducido a una grave recesión.

 

Pero más preocupante aún, es el tradicional aislamiento en relación con lo que está ocurriendo en el mundo (globalización e internacionalización), lo que se traduce en una falta de competitividad tanto en los mercados internos como externos.

 

Lo anterior ha quedado consignado y, posiblemente mejor explicado, en la presentación del Cuaderno de Contabilidad No.6 que con el título de  "Entorno Internacional de la Contabilidad Gerencial" publicó el Departamento de Ciencias Contables de la Pontificia Universidad Javeriana.  Tal documento señala:

 

Entorno internacional de la contabilidad gerencial

 

Este trabajo fue preparado para presentar una síntesis del estado actual de la Contabilidad Gerencial, vista en una perspectiva internacional. Puede discutirse su originalidad, dado que no contiene ninguna idea propia del autor. Sin embargo, su calidad es alta dado el respaldo bibliográfico que contiene. La orientación fundamental señala que la evolución se ha dado desde el conocimiento del gasto para saber las utilidades, hasta el conocimiento del coste para tomar decisiones gerenciales y, ahora, al conocimiento del valor para aumentar la riqueza.

 

Tiene como finalidad ayudarle al lector a introducirse en el universo de la Contabilidad Gerencial y, eventualmente, motivarlo para su estudio y aplicación.

 

Contabilidad Gerencial [Management Accounting] es un término técnico que abarca otros términos y diferentes significados de acuerdo con la orientación que ha tenido la administración a lo largo de los tiempos: producción (1950s), marketing (1960s), estrategia (1970s), calidad (1908s), cliente (1990s), creación de valor (2000s).

 

Por consiguiente, es un término que ha evolucionado y lo continuará haciendo dado su dinamismo.

 

Básicamente se pueden distinguir cuatro grandes etapas en su evolución histórica, en las cuales su significado ha sido expresado a través de diferentes conceptos y sus prácticas subyacentes:

 

·  Contabilidad de Costes (Cost Accounting): Neuner (190ss).

· Contabilidad de Gestión (Managerial Accounting, Cost Management, Contabilidad Analítica, Análisis de Costes): Keller – Horgren (1950s)

· Contabilidad de Dirección Estratégica (Management Accounting, Top Management Accounting, Administración Estratégica de Costes): Johnson – Kaplan – Cooper (1987s)

·   Contabilidad del Conocimiento (Knowledge Accounting, Intellectual Capital, Accounting for Intangibles): Dugan – Stewart – Edvinsson – Lev (1997s)

 

Como puede observarse, se trata de un universo de enorme riqueza y complejidad. Puede decirse que su origen está en una “reacción frente a” la contabilidad financiera tradicional, centrada en la presentación de reportes para usuarios externos (accionistas, acreedores, inversionistas, gobierno, público en general). Nacio, entonces, como respuesta a la necesidad de generar información interna en las organizaciones y como soporte para la toma de decisiones administrativas.

 

Sin embargo, en la actualidad tal división entre información externa e interna carece de validez, dados:

 

·  el advenimiento de las modernas Tecnologías de la Información y el surgimiento de los Sistemas de Información Contable.

·  las modificaciones del entorno a raíz del impulso que han tomado la economía de mercado y las orientaciones proactivas frente al entorno.

 

Por lo tanto, hoy no se entiende una contabilidad administrativa (o de gestión) que únicamente analiza los fenómenos internos. La Contabilidad Gerencial Moderna insiste en la comparación (benchmarking) entre información interna (procesos, actividades, capacidad, recursos) y externa (del entorno, especialmente dentro del sector industrial a que se pertenece). Para ello, se han desarrollado Sistemas Integrados de Información (Balanced Scorecard) que combinan información de corto y largo plazo, interna y externa, financiera y no financiera.

 

A nivel profesional, los contadores gerenciales [management accountants] son en el mundo una profesión dinámica y en crecimiento, ampliamente diferenciada de los contadores públicos [public accountants] centrados en la contabilidad y auditoría financieras.  Así como existen los sistemas internacionales de acreditación para los CPAs [Certified Public Accountants], los hay para los CMAs [Certified Management Accountants]. Recientemente se ha creado una nueva, los CFM [Certified Financial Management]. Tal y como lo ha interpretado la actual versión del Código de Etica para Contadores Profesionales emitida por la International Federation of Accountants  (IFAC, 1998), estas distintas profesiones se agrupan ahora en los denominados Contadores Profesionales.

 

En Colombia, lo anterior ha tenido dificultades de asimilación y se palpa un notorio atraso que tiene múltiples manifestaciones:

 

·  Es común encontrar referencias a la Contabilidad Administrativa y/o Contabilidad de Gestión, entendida en el sentido de suministrar información para usuarios internos. Existen dificultades para similar los conceptos modernos de la Contabilidad Gerencial (procesos, actividades, ciclo de vida, cadena de valor, balanced scorecard y demás), los cuales son percibidos con cautela y reticencias, más como una moda del momento a la que se percibe como importante pero extranjera.

 

·  No existe la Contaduría Gerencial como profesión. Como tal hay la Contaduría Pública. Por consiguiente, el manejo de los temas propios de la contabilidad gerencial no tiene una articulación que genere transformaciones en las organizaciones empresariales. Los Contadores Públicos dan un manejo fiscal a los costes, con fines de presentación de reportes financieros, y con un claro énfasis en el manejo de inventarios. El análisis económico, administrativo y estratégico de los costes y demás temáticas relacionadas, es realizado en forma aislada por distintos profesionales (economistas e ingenieros industriales, especialmente). Es poco el uso que se le da a la tecnología de la información para los asuntos relacionados con la Contabilidad Gerencial.

 

·  Las empresas colombianas, al ingresar a los mercados (locales e internacionales) carecen de herramientas adecuadas para la medición y evaluación de su desempeño en las diferentes perspectivas que lo conforman.  Ello les hace perder competitividad frente a quienes ingresan a los mercados con instrumentos modernos de información para la toma de decisiones.

 

·  Las herramientas modernas de información para toma de decisiones gerenciales son miradas con prevención y de alguna manera rechazadas bajo argumentos nacionalistas en pro de una cultura contable criolla. Se refuerzan prácticas ya obsoletas y cuya ineficacia ha sido demostrada. Sin quererlo, los argumentos nacionalistas generan la aplicación de tales prácticas obsoletas y aumenta la carencia de competitividad. Lo contable, por consiguiente, es mirado como no-efectivo. Se prefieren otras alternativas.

 

De alguna manera, se debe buscar que el país se incorpore a las prácticas internacionales. Esa puesta al día no es sencilla dada la dinámica de estas temáticas. Pero es un imperativo.

 

Conociendo el entorno internacional es posible abordarlo y ganar competitividad. En esa dirección, esta presentación intenta dar un aporte.

 

Finalmente, vale la pena destacar dos hechos importantes que le están dando impulso al desarrollo de estas temáticas en Colombia.

 

El primero de ellos, es la creación de la Asociación Colombiana de Costes y Contabilidad Directiva (ASCCODI), http://www.asccodi.org.co, que aglutina un grupo todavía pequeño de profesionales interesados en estos asuntos. Está generando espacios de asociación y despertando dinámicas de actualización en estos temas. Ha publicado diversos libros y dispone de un conjunto interesante de papers. Participó en el Congreso Internacional de Costos en Braga, Portugal, y tiene una buena cantidad de contactos internacionales.

 

El segundo de ellos fue la realización del Primer Congreso Colombiano de Profesionales de Costos y Contabilidad Directiva y el Primer Congreso Colombiano de Profesores de Costos y Contabilidad Directiva. Se realizaron simultáneamente. El primero fue todo un éxito. El segundo, gozó de escasa participación de profesores universitarios, lo cual es reflejo de la situación que vive el país en este sentido. Contó con el apoyo de un grupo importante de las más grandes empresas del país y generó una cantidad de seminarios, diplomados, conferencias y publicaciones que, unidas a trabajos de asesoría y consultoría, prometen desarrollos importantes en este género. Un hecho que debe resaltarse es la presión que se está recibiendo para realizar el segundo congreso (previsto para mayo de 2001) y ya se dispone de un buen grupo de grandes empresas que lo están impulsando.

 

Esa es la situación vista desde una perspectiva. Ciertamente existen otras. Lo seguro es que se trata de un campo promisorio del que se esperan frutos valiosos.